El modelo de Intervención motivacional en conflictos apuesta por el trabajo de preparación de las partes en sesiones individuales antes, durante y después de las sesiones de encuentros para facilitar el trabajo de superación de las barreras psicológicas que llevan a las personas a actitudes de atrincheramiento en el conflicto.

Sin embargo, sus propuestas de intervención por tareas motivacionales y sus preguntas-clave para cada momento motivacional pueden ser igualmente aplicadas durante los encuentros, cuando sea oportuno superar alguna resistencia psicológica que aparezca o cuando se desee fomentar la aparición de revalorizaciones y reconocimientos de y entre las partes.

El fin es llegar a producir encuentros de mediación o encuentros restaurativos con clientes que estén realmente preparados para abrirse a la comunicación con el otro y el entendimiento. Para ello, además del trabajo a realizar con las partes por separado, se plantean varios tipos de conversaciones a mantener durante los encuentros que faciliten el proceso hacia la paz y el acuerdo.

Su aplicación es práctica para los profesionales que trabajan los conflictos bien desde la mediación, la psicoterapia (individual, de pareja y familiar), el trabajo social, la educación social, el derecho, la coordinación de parentalidad, la conciliación, los encuentros restaurativos o cualquier otra intervención que asume la necesidad de generar cambio en las posiciones iniciales de las partes en un conflicto.

Entre otras técnicas, este modelo aporta una herramienta única para la evaluación e intervención en situaciones de conflicto, el cuestionario de fases motivacionales, que facilita al profesional detectar en qué momento motivacional está cada parte y, por tanto, qué resistencia psicológica hay que abordar en ese momento.