Cuestionario de Apego, Reacciones y Dinámicas de pareja (CARD)

En IMOTIVA, centramos una parte importante de nuestra actividad en desarrollar herramientas de evaluación y trabajo con los pacientes.

El CARD busca ayudar a los pacientes a identificar sus patrones relacionales en el contexto de las relaciones de pareja, sus propias “heridas de guerra” vitales y la influencia de éstas, y de las reacciones que generan, en su forma de relacionarse con otros.

Aplicación del cuestionario y revisión de resultados:

Se puede optar por dos formas de aplicación del CARD.

Aplicación individual:

El CARD es un cuestionario de fácil aplicación en su formato individual. Los pacientes pueden realizarlo desde casa en unos 30 minutos.

Es recomendable, con el fin de que los pacientes sean lo más sinceros en las respuestas, que se les asegure la confidencialidad de los resultados, incluso respecto a sus parejas.

Los resultados del cuestionario deben invitar a una conversación del terapeuta con cada uno de los miembros de la pareja por separado (en sesiones individuales) respecto a qué ha sentido al realizarlo, qué respuestas le han llamado la atención, qué considera que dicen esos resultados de ambos y de su relación de pareja…, porque el fin de un cuestionario (a diferencia de un test) es más facilitar la toma de conciencia del paciente que la obtención de una puntuación concreta para interés del profesional.

Sólo si ambos están de acuerdo, podrán ponerse los resultados sobre la mesa en sesión conjunta, y mantener a partir de ello, conversaciones muy eficaces en relación a puntos en los que coinciden y puntos en los que sus vivencias es muy diferente.

El valor de que ambos miembros realicen el CARD, incluso cuando no se trabaje con los resultados de ambos en sesión conjunta, es que, acorde a aquella locución bíblica de “ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio”, a menudo los pacientes no detectan sus dificultades y reacciones, pero sí sus parejas; por lo que, aunque no podamos hablar directamente a un paciente de lo que ha dicho su pareja de ella, siempre será una señal de atención al terapeuta de que puede subyacer un tipo de vivencia en ese paciente, que, de verificarse por otros medios como la propia entrevista del terapeuta, pueden acabar por aparecer en el discurso y conciencia de ese paciente.

Aplicación en pareja:

En contraposición a todo lo dicho respecto a su aplicación individual, hay terapeutas que prefieren trabajar con el CARD de forma conjunta.

En este caso, se aplica en sesión conjunta por el terapeuta, y los miembros de la pareja van discutiendo y acordando los resultados a señalar.

Este formato tiene varias ventajas a tener en cuenta: por un lado, permite al terapeuta examinar, sin que ellos tengan conciencia de ello, de la dinámica de comunicación entre ellos (cuando hay divergencias en la respuesta, ¿quién acaba imponiendo su criterio?, ¿cómo responde el otro?); y, por otro lado, permite superar ese problema de “ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio”, al facilitar que un miembro de la pareja pueda poner sobre la mesa y explicar algunas reacciones del otro, y abrir el diálogo a abordar una cuestión que para el otro no era tan evidente.

Por otro lado, es común que se produzcan muchos acuerdos en las respuestas y que, incluso, muchas parejas lo vivan como un pequeño juego en sesión (especialmente si el terapeuta consigue crear un ambiente que facilite el humor y la desdramatización de sus divergencias), que saque de ellos momentos de risas y complicidad.

Invita también a que ambos den ejemplos de experiencias y vivencias tenidas en su relación de pareja; e incluso abre la puerta a una exploración sobre el origen de ciertas vivencias [con preguntas del tipo: ¿esto te ha pasado en otras relaciones?, ¿en qué momento crees que nace esa vivencia de (amenaza, abandono…)?]

Este formato de aplicación, sin embargo, tiene como inconveniente que haya silencios y ocultamientos respecto a las conductas más hostiles, aunque la propia interacción entre ellos al responder puede alertar de la posibilidad de su existencia al terapeuta experimentado.

Resultados:

El CARD cuenta. con dos partes, en las que se valoran conductas de los miembros de la pareja en relación al otro, pero subyacen a tales conductas la actitud y las emociones que le generan ciertas conductas de su pareja, que permiten evaluar la tendencia hacia un estilo de relaciones de apego.

La primera parte del cuestionario recoge no sólo una serie de conductas que pueden darse o no en la pareja, y que saber si ocurren es ya importante conocer, sino también, y, sobre todo, qué efecto genera en la persona evaluada (lo que desearía que ocurriera y no ocurre, lo que le enfurece, o le pone triste…), es decir, puede marcar una tendencia a respuestas más de tipo complaciente (si algo no me gusta me lo callo y me quedo triste) o más de tipo dominante (me enfurezco o me ofendo).

También muestra tendencias más hacia respuestas “gatunas” (me gustaría o no me afecta excesivamente que mi pareja busque más intimidad con otras personas o que reclame más tiempo y espacios para ella; y, en cambio, me entristece u ofende que exprese sus malestares) o “perrunas” (me entristece u ofende que no me llame en toda la mañana, o que quede con sus compañeros después del trabajo, o quiera ir a una cena con amigos del pasado). De hecho, esta primera parte se focaliza más en detectar respuestas “perrunas” (vinculadas a apego ansioso) y tendencias hacia la dependencia emocional.

Subyacentemente, ocultas entre respuestas más normalizadas, aparecen algunos ítems esporádicos que puedan avisarnos de la posibilidad de respuestas hostiles, tales como la presencia de gritos, elevar el tono y enfados conmigo, de los que necesitamos saber no sólo frecuencia sino cómo lo vive, es decir, la emoción que le genera (se inhibe, se entristece, responde también con enfado…).

La segunda parte del cuestionario recoge distintas reacciones típicas que pueden ayudar al terapeuta a identificar el posicionamiento de cada uno de ellos en los dos ejes de relación (afectivo y de control).

En ese sentido, respecto al eje afectivo, vemos clásicas reacciones de:

• gato/separación (aislarse en sus pensamientos, defender sus espacios propios, distanciarse emocionalmente, evitar el compromiso, no estar disponible…)
• perro/fusión (angustiarse cuando no estamos juntos, empatizar con otros, evitar quedarse a solas, hablar de sus sentimientos, exigir atenciones o enfadarse por no recibir suficiente atención)

Así como, respecto al eje de control, en reacciones de:

• dominancia (controlar lo que hace el otro, criticar a los amigos o familia del otro, discutir, exigir atenciones o enfadarse por no recibir suficiente atención, minimizar o infravalorar, ser crítico…)
• retraimiento (eludir una conversación) [en el caso del retraimiento, la ausencia elevada de respuestas vinculadas a la dominancia, va a ser significativo para detectar retraimiento]

Para una mayor comprensión de a qué estilos pertenecen algunos de estos ítems, recomendamos acudir al manual.

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Descarga:

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CUESTIONARIO DE APEGO, REACCIONES Y DINÁMICAS DE PAREJA (CARD - Madrid Liras, 2022):
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